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Lecciones de Francia e Italia para sacar provecho del ‘made in’

En Francia, por ejemplo, el impacto económico de la artesanía en su Producto Interior Bruto (PIB) es de 9.700 millones de euros, contribuyendo al 1,45% de la economía.

Lecciones de Francia e Italia para sacar provecho del ‘made in’
Lecciones de Francia e Italia para sacar provecho del ‘made in’
El pasado mayo, el Gobierno de Francia puso en marcha un plan de apoyo a la artesanía.

C. J.

12 jun 2023 - 05:00

El encaje de Camariñas, las jarapas de la Alpujarra o el bordado de Lagartera son sólo algunos ejemplos de la gran tradición artesana en territorio español. En este Insight, patrocinado por Tous, Modaes repasa las claves del sector artesano en el país, sus retos y operadores clave y sus oportunidades a futuro.

 

 

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Es difícil mencionar el made in y que la mente no rellene automáticamente la frase con Francia e Italia. Ese intangible es fruto de una estrategia política por proteger la artesanía como parte fundamental de la construcción de marca país, combinado con el apoyo (también financiero) de los grandes grupos del mercado. La consecuencia es un sector artesanal más fuerte, valorizado y protegido tanto dentro como fuera de sus fronteras.

 

En Francia, por ejemplo, el impacto económico de la artesanía en su Producto Interior Bruto (PIB) es de 9.700 millones de euros, contribuyendo al 1,45% de la economía. En España, el porcentaje apenas asciende al 0,54%.

 

El país cuenta con la Chambre des Métiers et de l’Artisanat (CMA), una agencia pública que representa los intereses de los oficios artesanos tanto a escala nacional como internacional. El organismo está representado por los presidentes en ejercicio de la cámara de los oficios.

 

El objetivo del CMA es coordinar toda la red de organizaciones del comercio y la artesanía en Francia, desarrollar una estrategia nacional, defender los estándares de intervención para las instituciones o gestionar los proyectos. La financiación de la organización viene de fondos aportados por cada miembro. En cada región del país existe una cámara regional de oficios y artesanías, que se establecen por decreto en el Consejo de Estado.

 

 

 

 

Para ser reconocido como artesano en el país, los requisitos son similares a los de España, entre los que se encuentra no tener más de diez empleados, estar en posesión de un certificado de aptitud profesional o justificar una experiencia profesional de tres años. Algunos de los oficios que están reconocidos en Francia como artesanos son la fabricación de papel o fotografía y restaurador.

 

Durante años, además, ha existido en el país el Ministerio de Artesanía y Comercio para proteger los intereses del sector. Con la llegada de Emmanuel Macron al Gobierno, este ministerio se integró en el de Ministerio de Cultura. A cargo de proteger la artesanía en el país se encuentra actualmente Sylvain Amic, designado en julio de 2022 asesor y encargado de museos, artesanía, diseño y moda del despacho del ministro de Cultura.

 

El pasado mayo, el ministerio de Cultura de Francia puso en marcha un plan para reforzar el apoyo de los poderes públicos al sector a través de medidas que respondan a las expectativas de los artesanos. El objetivo es crear nuevas sinergias y llegar a 2025 con un contrato estratégico para que “el sector permita desplegar una gran política económica y cultural coherente y sostenible en favor de la artesanía”.

 

 

 

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Las cinco medidas que se desarrollaran en el marco de esta estrategia son la promoción de la artesanía entre los jóvenes, la formación para transmitir excelencia y buen hacer, situar la artesanía en el corazón de los territorios, apoyar la investigación, innovación y creación y desarrollar la artesanía a escala internacional.

 

En Italia, los consumidores también tienen un concepto muy elevado de la artesanía, tanto, que el made in Italy se ha convertido en un asunto de debate del Gobierno. Hace una semana, el Consejo de Ministros del país aprobó un proyecto de ley para proteger el made in Italy.

 

El objetivo es poner en marcha proyectos para valorizar y promover los productos de excelencia, históricos, artísticos y culturales. Bajo esta premisa, la disposición cuenta con una serie de medidas como poner en marcha acciones para mejorar las conexiones entre los operadores del sector, endurecer las sanciones a las falsificaciones, la promoción de materias primas nacionales o la creación de la Escuela Secundaria Made in Italy para promover los conocimientos y habilidades relacionadas con la artesanía y la tradición italiana.  

 

 

 

 

 

 

En el país transalpino, son las regiones las que dictan la legislación sobre artesanía siempre alineándose con la programación nacional. Cada territorio es responsable de adoptar medidas encaminadas a la producción y desarrollo de la artesanía, la valorización de la producción del sector y su expansión, con particular foco en la facilitación de acceso a crédito, asistencia técnica, investigación, formación profesional, promoción de asociaciones y la creación de hubs de artesanía.

 

En el país se reconocen como oficios artesanos actividades menos convencionales, como la construcción, estética de personas (tatuadores), plantas de ingeniería y mecánica, servicios de higiene y limpieza o recogida y eliminación de residuos.

 

 

 

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En el país, además, también hay requisitos dispares a España para conseguir la Carta de Maestro Artesano, como ser propietario, socio activo o familiar que desarrolle una actividad de artesanía o tener una experiencia de al menos tres años como propietario.

La artesanía en Italia también está defendida por el parlamento. La Constitución del país establece en el artículo 17 la defensa de la formación artesanal y recoge en el artículo 45 que “la Ley provee a la protección y al desarrollo de la artesanía”.

 

Entre las medidas del Senado italiano puso en marcha en 2021 para proteger la artesanía se encuentran ayudas para el arrendamiento de talleres o inmuebles con una rebaja del 10%, realización de actividades de enseñanza en las escuelas para promover los oficios artesanos, o la eliminación de trabas a la hora de heredar la empresa.

 

A escala europea, la Comisión adoptó en 2003 una nueva recomendación para la definición para las pequeñas y medianas empresas. Sin embargo, Bruselas no estableció ningún criterio común y explicó que “las empresas artesanales continuarán definiéndose a nivel nacional, en función de sus especializades”.