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De los gremios a las manufacturas reales: breve historia de la artesanía en España

El modelo de manufacturas reales se importó de Francia con los Borbones. Hoy, la única que continúa activa es la Real Fábrica de Tapices, fundada en Madrid en 1721.

De los gremios a las manufacturas reales: breve historia de la artesanía en España
De los gremios a las manufacturas reales: breve historia de la artesanía en España
La única manufactura real que continúa activa actualmente es la Real Fábrica de Tapices.

C. J.

12 jun 2023 - 05:00

El encaje de Camariñas, las jarapas de la Alpujarra o el bordado de Lagartera son sólo algunos ejemplos de la gran tradición artesana en territorio español. En este Insight, patrocinado por Tous, Modaes repasa las claves del sector artesano en el país, sus retos y operadores clave y sus oportunidades a futuro.

 

Insight: El mapa de la artesanía en España

 

 

 

Desde la civilización fenicia con el tesoro de El Carambolo a la Real Fábrica de Tapices, la artesanía en España cuenta con una larga tradición, marcada por los pueblos que han poblado la Península Ibérica. Ahora, el reto del sector es asegurar su supervivencia volviendo a ganar relevancia.

 

La artesanía española recoge el legado de numerosas civilizaciones: Andalucía, por ejemplo, está muy impregnada de la cultura árabe, mientras que los resquicios de la cultura castreña impregnan Asturias.

 

La alfarería, la cerámica, el vidrio, la madera, el cuero, los tejidos, encajes y productos de metales son las principales obras de la artesanía española. Los primeros gremios de artesanos en España empezaron a formarse con la consolidación de los reinos cristianos, donde los artesanos estaban organizados a través de instituciones gubernamentales y tenían poder para legislar sobre su competencia.

 

De esta manera surgieron las Reales Fábricas, unas instalaciones industriales que se pusieron en marcha tras la iniciativa de los monarcas absolutistas del Antiguo Régimen y estaban dedicadas a la fabricación de productos de lujo principalmente destinados a los palacios.

 

 

 

 

Uno de los principales impulsores de este sistema fue Jean-Baptiste Colbert, ministro del rey Luis XIV, y controlador general de las finanzas de Francia. Durante el siglo XVII, Colbert fue promotor de poner en marcha manufacturas dedicadas a productos como tapices, encajes o alfombras.

 

El objetivo no era sólo puramente estético o de embellecimiento, sino que tenía un fin económico: impedir la salida de recursos del país, fomentar las exportaciones y recortar las importaciones y equilibrar la balanza de pagos.

 

Con la llegada a España de la dinastía de los Borbón en el siglo XVIII, se aplicó en el país este modelo, bajo el nombre de Reales Fábricas. Estas empresas se dividieron en dos categorías: las fundadas por la corona y los negocios que ya existían previamente.

 

En total, en el país hubo cerca de setenta fábricas que ostentaron el título de manufacturas reales y estaban dedicadas a actividades como la producción de objetos de cerámica, loza y porcelana, la fabricación de tabaco, cristales, armas o tejidos. España también trasladó esta política a sus colonias, como por ejemplo la Real Fábrica de Puros y Cigarros de México.

 

La mayoría de ellas se mantuvieron activas hasta bien entrado el siglo XIX, y algunas de ellas desaparecieron hace pocas décadas, como la Real Fábrica de Tabacos de A Coruña, desparecida en 2000 o la Real Fábrica de azulejos de Valencia.

 

 

 

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La única manufactura real que continúa activa actualmente es la Real Fábrica de Tapices, fundada en Madrid por el rey Felipe V en 1721. En la actualidad, la fábrica sigue abierta y dedicada a la fabricación de tapices, alfombras y reposteros.

 

Actualmente, numerosas compañías artesanas son herederas de las manufacturas reales. Es el caso de mantas Ezcaray, ubicada en el pueblo homónimo, donde entre 1752 y 1845 estuvo la Real Fábrica de Paños, que después pasó a llamarse Compañía Real de San Carlos y Santa Bárbara.

 

Por su parte, la Real Fábrica de Vidrios y Cristales de La Granja, que se encuentra a once kilómetros de Segovia también sigue activa. Fundada en 1727 como un pequeño horno de vidrios para abastecer al palacio de La Granja, en 1911 se estableció la Cooperativa Obrera Esperanza, que continúa la tradición, aunque en una ubicación diferente.

 

A diferencia de las manufacturas, los gremios artesanales se constituyeron durante el final de la Edad Media como un grupo de personas del mismo oficio que tenían como objetivo garantizar el bienestar económico, el trabajo de los asociados y el aprendizaje y preservar el sector.

 

El fin de los gremios medievales y de las manufacturas reales está vinculado con la decadencia de la artesanía tras las revoluciones industriales. Las producciones en serie o la introducción de nuevas tecnologías como la máquina de vapor, supuso un duro golpe para el sector de la artesanía, que fue menguando.