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De Santanderina a Margasa: las empresas españolas despuntan en Techtextil y Techprocess

Tejedores, confeccionistas y tecnológicas de más de 50 países se dieron cita la semana pasada en el recinto Messe Frankfurt para celebrar la edición número 20 de Techtextil y Techprocess con la legislación sostenible de fondo.

De Santanderina a Margasa: las empresas españolas despuntan en Techtextil y Techprocess
De Santanderina a Margasa: las empresas españolas despuntan en Techtextil y Techprocess

C. Sanchis

29 abr 2024 - 05:00

Cinco pabellones, 53 países y miles de asistentes. Esa podría ser, a grandes rasgos, la radiografía de la edición número veinte de Techtextil y Texprocess. La feria alemana especializada en tejidos y procesos textiles, que se celebra con carácter anual en el reciento ferial de Messe Frankfurt, celebró su última edición entre el 23 y 26 de abril, con gran presencia de expositores españoles. Desde la cántabra Textiles Santanderina a la catalana Margasa, las empresas españolas han destacado por su gran presencia en una edición marcada por la inminente legislación europea en materia de sostenibilidad.

 

Frankfurt, sede del Banco Central Europeo (BCE) y cuyo skyline se dibuja con edificios de las principales entidades financieras, se convirtió durante cuatro días en el corazón del sector textil. Hasta 62 empresas españolas (tanto tejedores como especializados en maquinaria) asistieron al evento alemán, que en su conjunto acogió a miles de asistentes, a falta de los datos oficiales de asistencia, que todavía no están disponibles.

 

“España es un país realmente importante en la celebración de esta feria, aunque no tengamos los datos todavía, auguro que estará entre los diez mercados más importantes del evento”, señala Sabine Scharrer, directora de Techtextil y Techprocess. La directiva destaca el papel de las instituciones españolas en el desarrollo e innovación textil y explica su colaboración con algunas de ellas como la Asociación de Investigación de la Industria Textil (Aitex), con los que asegura tener contacto asiduamente “por ejemplo, con el traspaso de información sobre el sector”.

 

Scharrer también destaca el papel de las empresas europeas en su conjunto y relaciona la innovación textil como una característica generalizada en las empresas del continente. Para la celebración de la edición número 20, la organización ferial habilitó zonas específicas dedicadas a sostenibilidad, donde dieron charlas ponentes especializados en el asunto con el objetivo de allanar el camino a las empresas asistentes.

 

 

 

 

Ubicado en el pabellón número 11.1 se encontraba uno de los mayores grupos de la industria de cabecera en España, Textil Santaderina. Ángel Parés, responsable de tejidos técnicos de la empresa y sobrino del actual consejero delegado, Juan Parés, señala la gran afluencia de personas que han acudido a la feria los dos primeros días del evento y, sin que dejen de acercarse al stand posibles clientes, relata cómo se ha organizado la empresa para poder atender el evento sin dejar de lado sus labores en Cantabria.

 

Justo enfrente, el equipo de la valenciana Tejidos Royo explica que el tejido técnico ha adquirido gran importancia en los últimos años, siendo la salvación de muchos de los asistentes, incluidos ellos. La empresa, que está inmersa en un plan para volver a alcanzar la rentabilidad tras el traspiés de la pandemia, empezó hace siete años la fabricación de tejido técnico y espera que en los próximos años supere a la división de moda, según palabras de José Royo, presidente de la compañía.

 

En ese sentido opera también Marina Textil, una compañía catalana ubicada en el mismo pabellón. Helena Esteve, responsable de I+D de la empresa, explica que su nicho principal es la creación de tejido de protección personal y que ahora la compañía estudia cómo aterrizará la inminente legislación sostenible en este subsector de la moda, para la que ya se están preparando con formación a los empleados.

 

 

 

 

Si cierra Renewcell, ¿qué tenemos que hacer los que somos más pequeños?, el panorama está complicado”, comenta con cariz pesimista Joan Santamaria, miembro de la tercera generación de la familia fundadora de Hilaturas Arnau. En los últimos años, la empresa también ha ido avanzando en tejido técnico, que ahora copa el 80% de su producción, mientras que los tejidos destinados a la moda tradicional sólo son el 20%.

 

Sin embargo, la catalana mantiene su apuesta por el sector de la moda y explica uno de sus proyectos: una alianza con la empresa especializada en reciclaje mecánico Triturats La Canya para reciclar prendas preconsumo y postconsumo. El proyecto, que triunfa ya en empresas de mercados nórdicos “podrá triunfar también en España con la aplicación de la Responsabilidad Ampliada del Producto (RAP)”, comenta la empresa.

 

Desde otro pabellón distinto, Margasa, dedicada al desarrollo y construcción de instalaciones completas para el reciclado de residuos textiles, prevé ser “un campo de algodón para Europa” con el próximo lanzamiento de la fibra The Post Fiber, que empezará a desarrollar en junio junto a tres socios: Formació i Treball, Textil Santanderina y Hallotex.

 

Empresas alemanas, italianas, chinas o turcas, completan la expansión ferial. Los carteles de sostenibilidad y la maquinaria que demuestra los avances del sector decoran los pasillos del complejo y los asistentes, muchos con la maleta a cuesta, entran y salen del recinto con el móvil en la mano. “Esperamos que sea una edición histórica, tras la pandemia nos hemos dado cuenta de que el evento pierde si no se celebra presencial, la gente quiere tocar y ver los productos”, recalca la directora de Techtextil y Techprocess.